EJERCITO DE SALVACIÓN PALMITAS

REUNIONES DE SALVACION
1.- El objeto principal de una Reunión de Salvación es ayudar a los no salvos a buscar a Dios. En este sentido las reuniones al aire libre, las de alabanza, las juveniles y muchas otras, son de Salvación. No obstante, las palabras "Reunión de Salvación" se aplican por lo general a la reunión que se celebra en el salón totalmente dedicado a la salvación de los pecadores.
2.- Antes de una reunión de salvación el oficial debe preparar su corazón y mente para que Dios pueda obrar por medio de él para la conversión de los pecadores. Debe recordar, continuamente, que los pecadores se salvan por el poder de Dios y por medio de los hombres sinceros que colaboran con él. El oficial debe sentir plena compasión por los pecadores y cuidarse de no utilizar modales enojosos y reprimendas. Si habla sin compasión, la gente se opondrá a lo que esté diciendo aunque estuviese utilizando las propias palabras de Dios.
3.- El oficial debe esforzarse para hablar a la mente y corazón de los pecadores:
a) Debe hablar a sus pensamientos, explicándoles la necesidad que tiene de la salvación.
b) Debe hablar a sus sentimientos para que obren de acuerdo con lo que se les ha dicho.
4.- El oficial deberán estudiar la mentalidad de los pecadores y hablarles de tal modo como para satisfacer sus necesidades. Hay quienes no se preocupan de sus pecados y habrá que despertarlos para que vean el peligro que corren. Otros han perdido la esperanza y necesitan ser estimulados a confiar en Dios. Tal como el médico no puede ayudar a sus pacientes sin conocer su condición, así el oficial no puede guiar los pecadores a Dios a menos que conozca sus dificultades y obstáculos.
5.- El oficial debe pedir la ayuda de todos los salvacionistas que estuvieren presentes en la reunión. Su fe y oraciones son siempre necesarias.
6.- La primera parte de una reunión de salvación no debe exceder de una hora ó de una hora y media para que se pueda dedicar suficiente tiempo a la reunión de oración.
7.- El llamado a los pecadores a que acudan al banco de penitentes se podrá hacer de varios modos. Al terminar el mensaje, el predicador puede pedir que se tenga unos momentos de oración silenciosa, o sea podrá cantar suavemente un coro de invitación.